Sin duda, estos seres, en su estado inicial en forma de
esporas, serán los "personajes" más diminutos de la ciencia-ficción
que pertenecerán a este particular listado que semanalmente incrementamos.
No esperéis que esta especie alienígena invasiva desate un
Armagedón en La Tierra mediante el ataque destructivo proveniente de potentes
armas instaladas en sus platillos volantes...no, ese no es su estilo. Como dice la canción de Amaral: "¿Cómo
decirte?, que me has ganado poquito a poco, tú que llegaste por casualidad...". Pues así, sin hacer mucho ruido pero
infligiendo estragos en nuestra especie hasta el punto de abocarnos a la
extinción.
Se desconoce el nombre de su especie o de su planeta de
origen, pero podemos referirnos a sus individuos como "Vainas o Esporas de
Ultracuerpos".
Lo que sí sabemos es que su origen es extraterrestre,
agrupados en un planeta rocoso sin atmósfera.
Su estado inicial en atmósfera cero es similar al de una alga o bacteria
trasparente con una membrana que contiene y envuelve un núcleo o espora perlada
concentrada en diferentes cantidades.
En el lugar de origen y en ese estado primigenio parecen
vivir en colonias o agrupaciones. Sea a
causa de los vientos solares o a la carencia de gravedad, grupos de estos seres
se desprenden de sus colonias y se transfieren al espacio profundo. Se cree que el método de expansión por el
espacio es gracias a la acción de empuje de los vientos solares que las
transportan a través de la galaxia hasta que por la fuerza de la gravedad o por
algún otro factor desconocido quedan atrapadas en la estratosfera de otro
planeta para precipitarse a su superficie mediante la lluvia. Si el planeta es adecuado, comienzan a
evolucionar de forma muy rápida al siguiente estado: una pequeña vaina vegetal
que contiene una llamativa flor.
Para alcanzar una apariencia similar al de una planta
terrestre, esta especie canibaliza la codificación genética de las plantas
autóctonas al precipitarse y depositarse en ellas gracias a la lluvia. Podemos afirmar pues, que estamos ante una
especie alienígena vegetal, parasitaria, replicadora y como pronto descubriréis...suplantadora.
El proceso de evolución se completa cuando la pequeña vaina
crece a pasos agigantados hasta alcanzar el tamaño de un cuerpo humano. Entonces, la "inofensiva" vaina vegetal
alienígena está lista para su terrible cometido: replicar la especie dominante
del planeta invadido. En este peligroso
estado parasitario, la imagen de la vaina es de un aspecto más bien repulsivo
dejando atrás su imagen atractiva e inofensiva.
La Vaina de Ultracuerpos actúa con alevosía y nocturnidad,
cuando la víctima humana duerme, unos filamentos blancos surgen de uno de los
extremos de la vaina hasta entrar en contacto con la piel de la víctima. Ese
contacto es fatal para el desdichado, ya que éste, cae en un estado comatoso en
el que el humano es sometido a un sueño mortal del que es casi imposible
despertar. Esa unión fatal, desencadena
en el interior de la vaina un sorprendente proceso de replicación instantánea del
sujeto parasitado. La vaina se convierte
en un útero y mientras el engendro se desarrolla a gran velocidad, el organismo
del humano queda drenado de tal manera que cuando se completa el proceso, el
humano queda reducido a un manojo de grandes fibras grisáceas. A posteriori, el Ultracuerpo se deshará de
esas fibras oscuras (unos minutos antes eran un ser humano lleno de vida)
arrojándolas a la basura, sin levantar ninguna sospecha.
Mientras el cuerpo replicado se crea y surge de la vaina
envuelto de una materia orgánica fibrosa y blanca, la víctima también está
recubierta de ese material orgánico similar al de una tela de araña. No solo el cuerpo es replicado si no que
también todos los recuerdos del sujeto son traspasados al ser replicado pero
erradicando las características humanas de la empatía o de la emotividad.
El Ultracuerpo (el replicado alienígena con aspecto humano)
habla, se mueve y piensa como el humano al que ha replicado pero le delata esa
forma fría o ausente de actuar y sentir cuando se relaciona con humanos. Además,
puede emitir un espeluznante grito de alerta que hace que otros semejantes acudan
en auxilio o defensa, incluso ese característico grito sirve para señalar a
objetivos a eliminar o replicar.
Los Ultracuerpos poseen el sentimiento de pertenencia a su
colectivo, por lo que inmediatamente se organizan para protegerse y expandir de
manera más efectiva y extensa su especie, llegando a cultivar de forma masiva
las Vainas para exportarlas a cualquier rincón del planeta. Frecuentemente, los Ultracuerpos actúan como
impostores, suplantando a algún miembro de una familia o de otro colectivo
humano (amigos, compañeros de trabajo...) sin levantar sospechas, introduciendo en dónde
se hayan infiltrado, plantas con Vainas de Ultracuerpos para alojarlas principalmente
en los dormitorios de los humanos, para que cuando sus "falsos"
familiares o amigos yazcan en sus camas al lado de la "planta de moda que
todo el mundo tiene que tener", ésta actúe y replique a sus víctimas. Otras veces, los Ultracuerpos infiltrados en
diferentes capas sociales (policías, amas de casa, ejecutivos...) fuerzan a
otros humanos a permanecer junto a la Vaina alienígena utilizando métodos como
el de sedar a la víctima para que la maléfica planta actúe. Por tanto los Ultracuerpos utilizarán
cualquier medio a su alcance para culminar la invasión y replicación total de
la especie parasitada: conspirarán, sabotearán, mentirán e incluso asesinarán.
Pero el método de replicación (podríamos calificarla de método
reproductivo en su fase final) de esta especie, también presenta puntos
débiles. Si el humano despierta por
algún motivo durante la gestación del replicante, éste puede llegar a morir, no
sin conferir daños cerebrales de diferente alcance al humano, desde una jaqueca
a derrames sanguíneos. El vínculo entre
humano y replicante en formación, puede incluso no requerir del contacto
directo de los filamentos orgánicos si el estado de replicación está muy avanzado,
por lo que se cree que aparte de una canibalización genética y neuronal de la
víctima, también se experimenta una transferencia telepática de algún tipo, por
ejemplo, si un humano se despierta en pleno proceso de replicación puede
provocar que el Ultracuerpo sin acabar de formarse (física o mentalmente) quede
inactivo, pero si la víctima humana vuelve a dormirse cerca del Ultracuerpo,
éste vuelve a seguir con el proceso de replicación mientras drena la vida al
humano sin contacto físico alguno.
Las Vainas de
Ultracuerpo y los engendros que replican, también son vulnerables a las armas,
el fuego y cualquier acción o suceso que normalmente acabe con la vida de un
ser humano... por lo que se les puede combatir y matar. Los
Ultracuerpos también son incapaces de reproducirse entre ellos en su estado
replicado. *En su versión literaria
original ("La Invasión de los Ladrones de Cuerpos". 1955. Jack Finney) los Ultracuerpos tenían
una vida extremadamente limitada: cinco años, por lo que podríamos compararlos
con un parásito que mata a su huésped y muere con él (aunque cinco años despuésde
la muerte de su "anfitrión").*
En cambio, estos replicados poseen un par de características
a destacar: No les afectan los patógenos del planeta que invaden o las
enfermedades congénitas que pueda llevar el código genético humano replicado y
tampoco muestran división ideológica... por lo que la Civilización Ultracuerpo
basada en la humana no conocerá entre sus iguales: rivalidades territoriales,
enfermedades, amor, odio, pasión, alegría, tristeza... es decir, una sociedad
perfecta, neutra y tremendamente aburrida.
Yo de vosotros, y como precaución, evitaría tener una planta
cerca de dónde durmáis, porque aunque la consideréis inofensiva... quizás ella
en su silencio perpetuo, os esté tomando ya las medidas.
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